Tras haber realizado un análisis del estado de la integración
regional en América Latina y el Caribe, el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) planteó que la región
establezca un tratado
de libre comercio (TLC) entre su países, lo que
conllevará mayores beneficios económicos.
El BID señala
particularmente la fragmentación del mercado de la región en 33 acuerdos
comerciales preferenciales. Si bien estos acuerdos generaron un
impacto positivo desde su implementación en la balanza comercial en toda
América Latina, es insuficiente, ya que los tratados no
permiten generar las suficientes ganancias de escala y especialización como
para mejorar la competitividad y
aprovechar el contexto de vigoroso crecimiento del comercio
mundial.
Según el Banco, la propuesta es realista ya que el 90% del comercio
regional ya se encuentra libre de aranceles. Además, los
dos grandes bloques económicos de la zona, el MERCOSUR y la Alianza
del Pacífico, ya expresaron su voluntad de integrarse, por lo que el BID convoca a
los gobiernos de Argentina, Brasil y México -principales referentes de los
grupos- a asumir el liderazgo de la iniciativa.
“La convergencia es la forma de fortalecer la relevancia
económica de los acuerdos
comerciales preferenciales de nuestra región”, dijo Antoni Estevadeordal, gerente del Sector de
Integración y Comercio del BID. “Unidos,
pueden ayudar a mejorar la competitividad de la
región en el exterior, particularmente en el entorno del comercio actual,
cada vez más desafiante. Aislados y sin una masa crítica, estos tratados están
condenados a la irrelevancia o, incluso, a una muerte lenta, a la luz de los
mega acuerdos ya
vigentes en Europa, Asia y América del Norte”.
El Banco desarrolló su idea en el informe Conectando los puntos: una hoja de
ruta para una mejor integración de América Latina y el Caribe. De
concretarse, el TLC permitiría
un mayor desarrollo de las cadenas de valor, y un afianzamiento de comercio intrarregional
e internacional. Además, reuniría una población de 590 millones de habitantes.